ISSN 2709-9164
Vol. 2(3)
2021
https://doi.org/10.53940/reys.v2i3.63
Análisis de la transferencia de la expresión escrita
desde discursos posterior a aprendizajes en cursos formativos
Analysis of the transfer of
written expression from the post-learning speeches to training courses
Dennis Lazo Ramos1
Citar
como: Lazo, D. (2021). Análisis de la transferencia de la expresión escrita
desde discursos posterior a aprendizajes en cursos formativos. Revista
Educación y Sociedad, 02(03), 17-28. doi: 10.53940/reys.v2i3.63
Artículo
recibido: 30-06-2021
Artículo
aprobado: 22-07-2021
Arbitrado por pares
En el presente trabajo, se analiza el logro de la
transferencia de la expresión escrita de alumnos de últimos ciclos en una
universidad particular. Para lograr esto, nos hemos basado en teorías de
gestión del conocimiento y teorías educativas constructivistas. Planteamos que
una correcta evaluación de la expresión escrita solo se puede lograr si nos
alejamos contextualmente y en contenido del aprendizaje primigenio. Esto solo
se puede lograr si realizamos una evaluación de la competencia desde la
transferencia. Por ello, el siguiente trabajo evalúa la redacción para
identificar de qué modo han logrado transferir la competencia de expresión
escrita desarrollada.
Palabras
clave: transferencia, expresión escrita, evaluación
In the present work, we analyze
the achievement of the transfer of the written expression of students of last
cycles in a particular university. We have relied on knowledge management
theories and constructivist educational theories. We propose that a correct
evaluation of a competence, in this case written expression, can only be
achieved if we move away contextually and in content from the original learning
took place. In that sense, this can be achieved if we develop an evaluation of
the transfer. The following work assesses the writing of students to identify
how they transfer the written expression competence.
Key words: transference, written expression, evaluation
1
Universidad Le Cordon Bleu (Perú). dlazor@pucp.edu.pe https://orcid.org/0000-0002-7324-8651
El presente artículo se desprende de la tesis para optar por el grado de
Maestro en Educación con mención en Docencia e Investigación en Educación Superior
por la Universidad Peruana Cayetano Heredia, titulada “Análisis de los
procesos de transferencia de conocimientos de lenguaje en contextos de
aprendizaje de cursos formativos”.
Introducción
Actualmente, existe una problemática muy marcada sobre cómo podemos
analizar y comprender el logro o no de una competencia. Esto, principalmente,
se debe a que, si bien se trabaja un enfoque por competencias, no se realiza,
por lo general, una comprensión completa y holística de la evaluación de estos
saberes, de modo que se termina optando por aplicar evaluaciones clásicas o que
se concentran en el logro de un curso y no se enfocan en el desarrollo de la
competencia en un nivel determinado. Esto se evidencia, en mayor medida, en el
aprendizaje y evaluación de competencias generales. Entre estas, destaca la
competencia de expresión escrita, ya que se ha establecido como constante un tipo
de enseñanza o modelo por competencias que se caracteriza por estar centrado en
el contexto cultural y social del estudiante o concentrarse en la carrera
elegida por el estudiante (Cassany, 1990; 2012). Sin embargo, no se logra ir
más allá del curso, ya que se genera un fetichismo por la forma y el producto
en sí y esto no tiene una aplicación o posibilidades de uso y abstracción más
allá del curso (Cisneros, Olave y Rojas, 2012; Trillos, 2013). En ese sentido,
existe una problemática no solo en cómo y qué se enseña, sino también en cómo
se evalúa.
La situación mencionada previamente se debe a que la evaluación de
aprendizajes, en la enseñanza convencional de la expresión escrita, se ha
limitado a aplicar modelos. Si bien es cierto que la temática es libre, el
proceso de redacción se encuentra aprisionado, de modo que no se produce una
autonomía en el estudiante y no se permite que elabore productos verdaderamente
propios. Este tipo de enseñanza imposibilita que lo aprendido se aprehenda en
escenarios diferentes y, por ello, el saber queda recluido en el curso en sí y
se vuelve impensable la posibilidad de potenciar la competencia en cursos
posteriores. Debido a la situación explicada, evidenciamos varios problemas;
sin embargo, el más destacable es el que implica la imposibilidad de
identificar la problemática en sí y todo lo que acarrea. Lo acaecido se produce
por un incorrecto proceso de evaluación por competencias y por una incorrecta
evaluación y reelaboración de los modelos didácticos en general.
Una posibilidad que surge para resolver los problemas previamente
indicados es realizar una evaluación de la competencia de la expresión escrita
desde la transferencia. Esto se debe a que este constructo permite identificar
el grado de profundidad que tiene un estudiante de abstraer un conocimiento y
de reintegrarlo en un nuevo escenario. Esto es importante, ya que le permite
traspasar diferentes tareas y logros de diversos cursos e integrarse a una
futura profesionalización. En ese sentido, la transferencia o, mejor dicho, la
evaluación de la transferencia funciona como modelo evaluativo mientras más
alejados nos encontremos, a nivel temporal, contextual y cognitivo, del
aprendizaje primigenio (Bloom, 2007).
Ahora bien, es necesario ver la activación de la transferencia, ya que
determina el nivel de logro de la competencia y las posibilidades que tiene el
estudiante de usarla en contextos posteriores y poco similares al del
aprendizaje primigenio. Si esto se logra, estaríamos refiriéndonos a un aprendizaje
significativo y para toda la vida.
El presente artículo se centra en una mirada de la transferencia como
modelo evaluativo de la expresión escrita y, por ello, busca analizar textos de
estudiantes de últimos ciclos de la carrera de administración de una
universidad particular de Lima Metropolitana. Este producto, desde el análisis
de contenido, se centra en la capacidad y posibilidades que tiene el estudiante
para transferir lo aprendido en cursos generales de redacción en un escenario
posterior y diferente al espacio de aprendizaje primigenio. Por ello, se busca
conocer la viabilidad del modelo e identificar las posibilidades que tienen los
estudiantes para reelaborar conocimientos que han aprendido en los primeros
ciclos en cursos finales de su carrera. De este modo, podemos identificar qué
aspectos han sido determinantes en su desarrollo y qué factores han
imposibilitado el logro de la competencia a cabalidad desde la posibilidad para
transferir. En ese sentido, entendemos el logro de una competencia como su
posible aprehensión y desarrollo en escenarios diferentes y futuros vinculados
al plano personal, académico y profesional del estudiante.
Por lo indicado anteriormente, este artículo busca evidenciar la necesidad
de integrar el modelo de evaluación por competencias desde el logro de la
transferencia para lograr que aquella sea más integral. Esto lo consideramos
relevante, ya que el tipo de formas de evaluación, como veremos más adelante,
resulta cíclico, pero en un sentido negativo: no se va más allá en la enseñanza
y evaluación, de modo que se logra una competencia, pero que se queda estancada
en el nivel de logro del curso.
Modelos
evaluativos de la expresión escrita
Desde hace un tiempo, ha perdido relevancia la enseñanza del lenguaje
más teórica y netamente gramatical o vinculada a preceptos. Se ha pasado a una
enseñanza más práctica que busca que el aprendizaje se dé en un contexto identificable
de manera vivencial para el estudiante, de modo que se active desde lo lúdico y
desde la utilidad al proceso de redacción. En esa línea, tenemos propuestas que
se centran en el desarrollo de textos relacionados con temas sociales,
culturales que le importen al estudiante (Cassany, 1990, Cassany, 2012) o
perspectivas más centradas en redacciones en relación con la carrera que está
estudiando aquel, es decir, un modelo más profesionalizante desde el interés.
Ahora bien, el problema no es el modelo de enseñanza, sino su aplicación y
la forma como se identifica o no el logro de la competencia, el cual se centra
más en el logro del curso y no de aquella.
En ese sentido, las investigaciones realizadas en el marco de la expresión
escrita y su evaluación pueden comprenderse desde tres espacios. En primer
lugar, existe la intencionalidad de reforzar aspectos vinculados con la
metacognición permite incrementar el nivel de redacción en los estudiantes
(Cisneros-Estupiñán, Olave-Arias y Rojas-García, 2012; Trillos, 2013). En todos
estos estudios, se consiguen resultados positivos a partir de la motivación de
los estudiantes y reincidir en el proceso metacognitivo. Por ello, la función
docente se constituye como la de un guía que posibilita que el estudiante
interprete e identifique aquello que está logrando. El problema en estos
trabajos radica en que los textos enseñados o de práctica tienen mucha
similitud en extensión y características formales que el texto a evaluar, de
modo que se puede afirmar que se trata de procesos aplicativos y no
transferenciales o que buscan la aprehensión del conocimiento.
La segunda aproximación al fenómeno estudiado tiene muchas similitudes
con el anterior apartado, salvo que se centran en una posición más existencial
del alumno que redacta. Esto quiere decir que el sujeto, como ser arrojado al
mundo, va a escribir o, en todo caso, tener mayor predisposición a escribir
acerca de lo que le interesa; de lo que vivencia (Makuc, 2008; De Castro et al.,
2013). En este tipo de postura, el estudiante es quien marca el ritmo, de modo
que cuestiones teóricas no son necesarias; y lo que debe primar es que,
mediante la práctica y el ensayo error, se llegue a un mayor nivel en la
elaboración de los textos.
Además de lo previamente señalado, se evidencian vertientes que le brindan
mayor preponderancia al rol del docente (Álvarez y Ramírez, 2012; Martínez, Díaz
y Rodríguez, 2011). En ese sentido, se promueve un rol más activo y neutral del
docente, ya que no solo es quien imparte conocimientos teóricos necesarios para
el aprendizaje, sino es quien debe facilitar y guiar a los estudiantes al logro
de sus redacciones.
De los antecedentes mencionados, podemos encontrar un aspecto en común a
modo general, el cual es determinante para la indagación que estamos haciendo y
para el modelo que estamos proponiendo: se desarrolla una enseñanza centrada en
el estudiante desde el tema a elegir, hasta el rol que desempeña el docente;
sin embargo, este posicionamiento es obviado al momento de la evaluación. Esta
situación se ebe a que se establecen modelos muy similares que no retan al
estudiante y que no permiten identificar hasta qué lugar puede llegar su
razonamiento. Se generan evaluaciones similares a los textos prácticos, de modo
que se impide que, dentro del curso, se hagan actos de desplazamiento. Este
tipo de evaluación no solo no es retadora, cíclica y autorreferencial, sino que
no va más allá del curso e impide conocer cómo y en qué nivel realmente se ha
logrado la competencia y el grado de relación que esta tiene con otras, tanto
de carácter general como específico. Por otro lado, un aspecto que impide
comprender lo mencionado es la temporalidad: las evaluaciones son dentro del
mismo curso. Nuevamente, lo que se ve es la competencia dentro del curso y no
el desarrollo de esta. En ese sentido, no se evidencian evaluaciones
posteriores al aprendizaje a nivel temporal ni a nivel de tipo de redacción
solicitada. Para poder lograr esto, nos brindan grandes alcances la
transferencia como modelo evaluativo; aspecto que elaboraremos a continuación.
Aspectos
teóricos para una evaluación integral de la expresión escrita
Procesos de aprendizaje del lenguaje
Partiendo de Piaget (2001) comprendemos el aprendizaje como una
construcción repleta de complejidades que se caracterizan, entre otras cosas,
por la asimilación y la reelaboración u organización de lo aprendido por el
sujeto para nuevos contexto o situaciones diarias que implican diversos niveles
cognitivos. En línea con esto, el aprendizaje significativo (Ausubel, Novak y
Hanesian, 1983) implica una reingeniería del estudiante del saber recibido que
consiste, necesariamente, en una aprehensión compleja. Esto solo se logra al
integrar, al aprendizaje nuevo, vivencias pasadas y una enciclopedia cultural,
social y personal que posee el alumno.
Lo indicado anteriormente no se ha elaborado en lo concerniente al
aprendizaje del lenguaje desde la filosofía del lenguaje, salvo, de manera
incipiente, por Van Dijk y Kintsch (1983), quienes priorizan los conocimientos
previos del lector para realizar nuevos textos y enmarcan múltiples niveles
para que se dé una comprensión de textos fundamental para poder redactor. Para
solucionar esta situación, el paso más lógico es retornar a ciertos supuestos
elaborados desde la filosofía del lenguaje (Wittgenstein, 1998) y desde la
pragmática (Austin, 1998). De lo propuesto por estos autores, y comparándolo
con lo mencionado previamente sobre la practicidad de la lengua y su enseñanza,
podemos afirmar que resulta necesario un aprendizaje teórico que, paradójicamente,
establezca parámetros y niveles en el desarrollo del estudiante, de modo que,
ahí sí se posea una finalidad práctica. Ante esto, el logro de la expresión
escrita está supeditada a una situación neutral que se puede vislumbrar de
mejor manera desde la transferencia.
La transferencia del aprendizaje como modelo
evaluativo de la expresión escrita
Cuando nos referimos a transferencia de la expresión escrita, debemos
asir dos términos que no han sido investigados ni teorizados a cabalidad. A su
vez, debemos vincular las concepciones que se tienen de transferencia desde la
teoría educativa constructivista y la teoría del comportamiento organizacional.
En ese sentido, deseamos mostrar un mapeo teórico para una futura triangulación
de este con los resultados de la investigación.
En primer lugar, en lo relacionado con la transferencia desde la gestión
y alta dirección, debemos indicar que es una tendencia que surge en los años
noventa con la intencionalidad de poder comprender por qué la industria
japonesa rendía mejor que la estadunidense. A partir de diversas
investigaciones, se observa la existencia de un vacío entre aprendizaje
teórico, el aprendido en el plano netamente académico y aprendizaje práctico,
aprendido en el espacio profesional. (Szulanski, 1996, y Von Hippel, 1994). De
acuerdo con los primeros teóricos sobre esto, la formación ideal debe incluir
un diálogo directo; un continuo entre aprendizaje explícito (el teórico) y el
tácito (el práctico o empírico). Si no existe una retroalimentación y socialización
constante entre ambos, solo podrá existir o una ejecución técnica sin
relevancia analítica y, por ende, no creativa ni innovadora; o surgirá un
escenario en extremo teórico y reflexivo, pero para nada práctico, lo cual implica
que no podrá tener un impacto en la realidad (Nonaka y Takeuchi, 1995). Ahora
bien, ese quiebre indicado anteriormente es el denominado stickiness (Von
Hippel, 1994), el cual solo se puede superar al realizar la retroalimentación.
Por otro lado, en el contexto educativo, surge una reinterpretación
constructivista, la cual no dialoga con la teoría educativa. Esta es
implementada, en diferentes niveles, por Carpintero y Beltrán (2010) y Bloom
(2007). Mientras que la primera lo observa de un modo más mecánico; el segundo
lo ve como un proceso más analítico. Lo que tienen en común es que, partiendo
de la idea de la transferencia como un constructo de alta complejidad (usando
la taxonomía de Bloom), observan que este proceso es el ideal para realizar una
evaluación por competencias completa y complejizada, la cual posibilita
entender a cabalidad si se ha desarrollado o no una competencia y permite
comprender el proceso como uno que va más allá de aprendizajes monolíticos que
se realizan por cursos y no por el desarrollo integral y holístico de una
competencia.
En el marco indicado en párrafos anteriores, surge la posibilidad de no
solo desarrollar el proceso de transferencia en constructos complejos, sino en
habilidades o actitudes, lo cual también denota complejidad. Collins (2012) lo
realiza al observar la posibilidad de evaluar el proceso de transferencia de
inteligencia emocional. Esto es posible, ya que, según él, la transferencia de
actitudes se puede dar porque estas pueden ser socialmente aprendidas y
desarrolladas en espacios de educación por medio de procesos vinculares.
Aspecto similar es abordado por Buissink, Mann y Shephard (2011) al indicar que
el proceso se puede hacer de la misma forma en lo relacionado a las actitudes
que potencian y posibilitan que se desarrolle el dominio afectivo. Este proceso
es desarrollado desde la teoría de Bloom (2007), quien indica que la evaluación
se puede realizar mientras más alejado sea contextualmente y en contenido del
proceso primigenio de aprendizaje. Situación similar ocurre para la
transferencia de competencias transversales (Arias y Collazos, 2015, y Bachand,
2011). El momento mencionado se puede desarrollar en competencias como
pensamiento crítico (Maynard, 1991), expresión escrita (Lazo, 2017) y
pensamiento creativo (Badea, Prostean, Adam y Giuca, 2013). Lo explicado
previamente, sea desde una teoría educativa, del comportamiento organizacional
o ambas, puede desarrollarse por la naturaleza compleja de una competencia
transversal: no queda solo en el curso, sino se va desarrollando a lo largo de
la carrera y vida profesional del alumno, de modo que debe potenciarse por
diferentes parámetros y, por dicha complejidad, el modo más efectivo de poder
comprender si se desarrolla es desde la transferencia.
Ahora bien, en lo relacionado a la evaluación de la transferencia, a
nivel teórico, como habíamos indicado anteriormente, esta solo se puede
desarrollar ante la ruptura de lo teórico con lo práctico. No se produce por un
vacío entre teoría y práctica (Crochet, Agostini, Knight, Resseguier, Berdah y
Aggarwal, 2017; Alt-Gehrman, 2019; y Becheikh, Ziam, Idrissi, Castonguay y
Landry, 2010). En ese sentido, Blackman y Benson (2010) proponen que es
necesario complementar aprendizajes para erradicar dicha ruptura, de modo que
solo así se logre un aprendizaje por competencias significativo. En relación
con esto, teorías actuales siguen manteniendo la noción de que solo se puede
lograr si se integra el aprendizaje tácito con el explícito, de modo que se
convierta en un proceso natural, completo, integral y, especialmente, cíclico
(Nonaka y Takeuchi, 1995; Szulanski, 1996; y Von Hippel, 1994).
Si lo mencionado sobre la transferencia lo relacionamos con lo planteado
desde la filosofía del lenguaje, veremos una constante interesante: los
engranajes que impiden la transición; que generan este vacío que impide la
transferencia, están supeditados a la necesidad de comunicarse y al interés por
emitir una idea que sea entendida y asumida por otro. En ese sentido, los
factores de interés y necesidad son determinantes para que exista una
transferencia de la expresión escrita. Es decir, el interés y necesidad son
ejes focales que permiten al alumno realizar la transición entre lo explícito y
lo tácito; entre lo teórico y lo práctico y, de este modo, evitar el
stickiness.
Metodología
El estudio realizado es de tipo cualitativo descriptivo. Se optó por
analizar las redacciones de alumnos de noveno ciclo de la carrera de
Administración de Negocios Hoteleros y Turísticos matriculados en el curso
Metodología de Investigación. En ese sentido, el objetivo de la investigación
es en analizar cómo y en qué nivel se ha cimentado lo aprendido en los primeros
ciclos con los cursos de redacción, de modo que los alumnos puedan transferir
lo aprendido en un contexto posterior y elaborando textos que no se relacionan
con lo aprendido años atrás. Para que este proceso fuera más orgánico, se
analizaron las redacciones que el mismo curso pedía: proyecto de investigación
como posible tema de tesis.
Ahora bien, la razón por la que se decidió realizar un estudio
cualitativo es por la complejidad para asir e interpretar los procesos de
transferencia que se hayan realizado. Por ello, el desarrollo de este tipo de
estudio nos permite analizar de modo complejo los textos parciales y finales de
una cantidad pequeña de estudiantes desde el análisis de contenido. En ese
sentido, para evaluar los procesos de transferencia de la competencia expresión
escrita se desarrolló un diseño cualitativo hermenéutico. Por otro lado, de
modo retrospectivo, comprenderemos en qué nivel y por qué motivos el alumno
consigue o no reelaborar lo aprendido en cursos pasados y reformularlo para
cumplir con un producto solicitado en un curso posterior. Ahora bien, hemos
tomado este camino, ya que, de este modo, es posible entender de forma
intrínseca los textos producidos y, así, evitamos incluir aspectos sociales o
culturales tanto del alumno como del investigador.
En lo relacionado a la población, se trató de 15 estudiantes de noveno
ciclo matriculados en el curso Administración de Negocios Hoteleros y
Turísticos de una universidad privada de Lima Metropolitana. Todos estos
alumnos conforman la promoción de esa carrera, ya que solo se abre un aula en
ese ciclo y se trata de un curso obligatorio, previo a los seminarios de tesis.
Además, todos son mayores de edad y sus edades oscilan entre los 21 y 25 años.
Finalmente, es necesario mencionar que, como se va a evaluar, colateralmente,
el proceso en su redacción, el único criterio de exclusión es que no hayan
presentado las dos versiones del trabajo (avance parcial y trabajo final). Las
dos redacciones están enmarcadas en el logro de la futura tesis. En ese
sentido, los alumnos deben elaborar un proyecto de investigación. En el avance
se elabora el planteamiento del problema, la justificación de este y los
objetivos. Por otro lado, la versión final mejora todo lo avanzado y agrega la
parte metodológica. Optamos por revisar y analizar los textos colateralmente a
la revisión del docente para mantener su autonomía y el normal desarrollo del
curso. Este último aspecto es considerado como necesario, ya que de este modo
obtuvimos resultados más certeros y correspondientes con la realidad. Tanto el
docente como los alumnos sabían y accedieron a la evaluación, pero también
conocían que esto no tenía ninguna implicancia académica y profesional en su
rol de estudiantes y docente.
Tras aplicar el único criterio de exclusión, quedaron 6 informantes con 2
textos cada uno. Esto se debió a que algunos se retiraron del curso y otros no
entregaron una de las dos redacciones. A su vez, las únicas piezas de
información fueron las dos redacciones de los alumnos. La temática fue elegida
por ellos, pero enmarcada en su futura tesis de grado. El recojo de los textos
y el análisis de la información, para una mayor comodidad de los alumnos y el
docente y para no interferir con el transcurrir normal del curso, se realizó
una vez calificados los trabajos. A su vez, tras la culminación del ciclo
académico, se procedió a la codificación y análisis de resultados.
Para el análisis de la información en relación con el logro o no de la
transferencia de la expresión escrita en un escenario posterior a nivel
temporal y temático, se usó como técnica el análisis de contenido. Asimismo,
esto se hizo mediante la Guía para el análisis de la transferencia de expresión
escrita, la cual es de elaboración propia, tras una validación con expertos
usando el método Delphi. Esta guía está agregada como anexo, pero surgió de una
operacionalización que mostramos en la tabla 1:
Tabla 1
Operacionalización de la transferencia
de conocimientos de redacción
Definición operacional |
Categorías |
Subcategorías |
Capacidad
para comprender y evaluar una situación comunicativa y, en base a eso,
reformular y seleccionar conocimientos gramaticales y de contenido para la
redacción de un texto académico. |
1.1. Interiorización y
aplicación de conocimientos teóricos aprendidos en CPL1 |
1.1.1. Evalúa la
redacción desarrollada para que no se presenten errores de puntuación
enseñados en CPL1 en el texto. |
1.1.2. Ejecuta una
redacción que contiene conectores y uso de referentes enseñados en CPL1. |
||
1.1.3. Desarrolla el
texto de una manera ordenada. |
||
1.1.4. Estructura el
texto por medio de una adecuada jerarquización de ideas. |
||
1.2. Interiorización,
absorción y desarrollo de conocimientos prácticos aprendidos en CPL1. |
1.2.1. Selecciona las
estrategias explicativas: definición, aclaración, ejemplificación y
causalidad para el desarrollo de la redacción/exposición. |
|
1.2.2. Aplica, cuando es
pertinente, las estrategias explicativas. |
||
1.2.3. Se percibe una
coherencia constante en el texto gracias a una comprensión de las fuentes
leídas en el curso Seminario de Investigación. |
||
1.3. Maleabilidad de
conocimientos gramaticales y formales en CPL1 en contextos y situaciones
diferentes |
1.3.1. Selecciona
conocimientos gramaticales que son relevantes para el contexto comunicativo
solicitado. |
|
1.3.2. Omite
conocimientos gramaticales que no son relevantes para el contexto
comunicativo solicitado. |
||
1.4. Maleabilidad de
conocimientos prácticos previos en contextos diferentes, mediante un proceso
de selección y descarte. |
1.4.1. Desarrolla ideas
complejas de manera formal. |
|
1.4.2. Elabora ideas descriptivas
por medio de las estrategias de redacción (definición, ejemplificación,
aclaración y causalidad) que interactúan con su postura hacia un dilema ético
o situación comunicativa solicitada. |
||
1.4.3. Selecciona las
estrategias para explicar su postura. |
Nota.
Categoría: Transferencia de
conocimientos de redacción en un contexto posterior temporal y temáticamente
diferente.
Definición conceptual: Capacidad para
percibir y evidenciar un conocimiento, aplicarlo y modificarlo en contextos
diferentes (Sulanski, 1999)
Ahora bien, sobre el instrumento que surge de esta operacionalización,
podemos indicar lo siguiente: se establecen 4 niveles para lograr la
transferencia. A su vez, tenemos 2 subcategorías vinculadas al tipo de logro
que implica la transferencia de la expresión escrita. El primero es
interpretación de conocimientos teóricos, es decir, temas relacionados a
puntuación, léxico, ortografía y construcción oracional. La segunda
subcategoría es la interpretación de conocimientos prácticos. Esta consiste en
el logro de descripciones y argumentaciones mediante estrategias de redacción
que permitan sustentar y fundamentar las ideas planteadas.
Tras esto, se establecen 2 niveles
superiores: maleabilidad de conocimientos teóricos y la maleabilidad de
conocimientos prácticos. Ambos, tanto en el plano técnico como en el plano
analítico y relacionado con la sustentación de ideas, ameritan análisis,
maleabilidad y aprehensión de un conocimiento previo, es decir, una activación
de la transferencia de la expresión escrita.
Análisis
y resultados
Encontramos una relación directa entre lo que mencionaba la teoría de la
transferencia y los resultados de la indagación. Los alumnos lograron los
niveles esperados de transferencia de la expresión escrita cuando ocurría uno
de estos dos factores: o necesitaba comunicarse o le interesaba que lo
entiendan. Esto implica que, en los espacios donde no existían esos dos
aspectos, simplemente no se activaba la transferencia. Hemos identificado que
los apartados que donde se daba esto eran en los de contenido y los de
construcción oracional, ya que, si existe error en estos elementos, no se puede
lograr una comprensión del texto. Por el contrario, esto no se ha dado en tal
nivel en el uso de conectores y en aspectos más técnicos como la puntuación y
ortografía, ya que, aun existiendo el error, se tiene la noción de que igual se
puede, en cierta medida, entender el texto. En síntesis, y tras la codificación
de resultados y de informantes, podemos observar lo siguiente.
En primer lugar, sobre los aspectos teóricos aprendidos en el curso de
lenguaje, podemos indicar que es la fase en la que se evidenció un menor
rendimiento. Esto se debe a que los errores, en su mayoría, fueron de
puntuación, ortografía, pero que no dificultó la lectura y comprensión, es
decir, no se activó ni la necesidad ni el interés en el proceso de redacción.
Un ejemplo es el trabajo de la informante Karola:
En la cultura moche se utilizaban objetos para llevar a cabo sus
rituales para la fertilidad. Actualmente la creencia de que estos objetos
poseen propiedades mágicas sigue estando vigente, ya que estos se siguen
utilizando en rituales de curandería hasta el día de hoy.
En esta cita se aprecia la relación que existe entre la cultura moche y
los rituales realizados por chamanes, los cuales forman gran parte del turismo
místico en la ciudad de Trujillo.
En este artículo se trata la producción utilitaria y ritual moche, en el
sitio de Huacas de Moche, el cual se ubica en el norte del Perú́ (A7C15).
Podemos observar cómo constante el error del circunstancial de lugar al
inicio de cada párrafo. Sin embargo, este tipo de error, si bien es repetitivo,
no interrumpe o confunde en la lectura. Como resultado de análisis de este
apartado, resumimos los resultados en la tabla 2 y 3:
Tabla 2
Nivel logrado de cada estudiante,
redacción parcial y final en lo que respecta a la primera subcategoría
Estudiante/fase |
Alberto final |
Karina final |
Karlota final |
Karola final |
Katty final |
Ketty final |
Categorías |
|
|
|
|
|
|
Interpretación del conocimiento teórico aprendido en el curso de lenguaje. |
|
|
|
|
|
|
Tabla 3
Leyenda para el nivel de logro de la transferencia
Nominalización |
Color |
Transferencia
Nivel 1 |
|
Transferencia
Nivel 2 |
|
Transferencia
Nivel 3 |
|
Transferencia
Nivel 4 |
|
Como podemos ver, los resultados son similares en todos los estudiantes.
Lo importante no es tanto esa constante, sino el motivo de los resultados:
mientras menor interés o necesidad por comunicarse, mayor cantidad de errores y
menor necesidad para transferir aprendizajes previos, específicamente de cursos
de redacción.
Caso contrario ocurre en el momento más básico de redacción de aspectos
prácticos: en la interpretación del conocimiento práctico aprendido en el curso
de lenguaje se evidencia una capacidad para desarrollar y plantear ideas
principales y para comunicarse de manera efectiva. Esto lo podemos observar en
una parte de la redacción de la alumna Katy, quien logra elaborar una adecuada
reformulación por la necesidad esencial que tiene esta para la explicación de
su problema de investigación:
Rousseau (1990), define a la cultura como conjunto de cogniciones
compartidas por los miembros de una determinada unidad social, las cuales se
adquieren a través del aprendizaje social y de procesos de socialización que
expone a los individuos a diversos elementos culturales, como actividades e
interacciones, informaciones comunicadas y artefactos materiales, que conforman
la experiencia social al trabajo que dotan a sus miembro de valores
compartidos, marcos de comprensión comunes y sistemas de creencias y de
expectativas (A11C29).
Esto se convierte en una constante y, si bien no todos logran el máximo
nivel de transferencia, se observa que, por la importancia que tiene el expresar
ideas y parafrasear y vincular autores para sustentar y plantear las
problemáticas de sus trabajos, se active la transferencia de lo aprendido en el
curso de lenguaje. A continuación, mostramos la gráfica:
Tabla 4
Nivel logrado de cada estudiante, redacción parcial y
final en lo que respecta a la segunda subcategoría
Estudiante/fase |
Alberto final |
Karina final |
Karlota final |
Karola final |
Katty final |
Ketty final |
Categorías |
|
|
|
|
|
|
Interpretación
del conocimiento práctico aprendido en el curso de lenguaje. |
|
|
|
|
|
|
Discusión
de resultados
Recordando lo planteado por Szulanski (1996), y Nonaka y Takeuchi
(1995), la transferencia implica pasar de un conocimiento tácito a uno
explícito de manera cíclica. De esta manera, se logra integrar aspectos
teóricos con elementos prácticos para poder transferir conocimientos. Esto, si
lo relacionamos con la teoría educativa constructivista, veremos que la
transferencia puede existir como un modelo de evaluación por competencias, ya
que nos permite ir más allá del curso y concentrarnos en un desarrollo
holístico e integral de una competencia (Bloom, 2007). Ahora bien, en lo concerniente
a esta investigación, nos centramos en el logro o no de la transferencia de la
expresión escrita. A nivel teórico, evidenciamos la falta de una reflexión más
compleja de las fuentes en relación con lo que implica el lenguaje y el acto de
expresarse (Wittgenstein, 2013). A partir de esto, logramos identificar el
denominado stickiness por Szulanski (1996), es decir, aquello que impide el
avance; que imposibilita el giro cíclico entre lo teórico y lo práctico. En el
caso de la expresión escrita, el stickiness es la falta de activación del
interés o necesidad por comunicarse.
El interés y la necesidad deben estar presentes para poder comprender el
logro o no de la transferencia de la expresión escrita. A su vez, se debe
comprender a cabalidad el fenómeno. Las investigaciones encontradas nos
mostraron una falta de interés por la temporalidad y la recontextualización del
saber, lo cual se determina en la decisión por quedarse en el curso y no
centrarse en la competencia en sí. De este modo, las indagaciones previas
tienen dos falencias: no se alejan ni contextual ni temporal ni a nivel de
contenido del aprendizaje primigenio (se desarrollan en el mismo ciclo; no de
forma posterior). Por ello, no se puede comprender a cabalidad el desarrollo de
la competencia. Esta complicación en la comprensión de la competencia se puede
solucionar desde lo realizado en este trabajo: la transferencia como modelo
evaluativo.
Tras la aplicación del análisis de contenido y mediante el instrumento
para analizar la transferencia de la expresión escrita, hemos encontrado una
relación directa entre la teoría y la práctica. Ante la necesidad o el interés
por expresar sus ideas, los estudiantes activaron conocimientos aprendidos en
ciclos anteriores. Esto se generó en los aspectos vinculados al análisis y a
aquellos en los que, si la redacción tenía falencias, el lector no
comprenderían lo que quería decir. Caso contrario ocurre en los aspectos más
técnicos. Los alumnos no vieron la necesidad de transferir aprendizajes
previos, ya que identificaron que este tipo de errores no evitaban la
comprensión del texto.
Conclusiones
La capacidad de los estudiantes para desarrollar procesos de
transferencia de los conocimientos aprendidos de cursos de redacción en
contextos posteriores está supeditada al interés y necesidad de enunciarse de
modo escrito en el nuevo contexto comunicativo. Esto se debe a que el alumno
evidencia que debe realizar una tarea comunicativa de manera óptima, ya que, de
no hacerlo, no se comprenderá lo que deseó enunciar. Por el contrario, no se
comunica de manera adecuada cuando identifica que sus errores podrán ser
subsanados en la lectura de su redacción.
La capacidad para desarrollar procesos de interpretación del
conocimiento teórico aprendido de cursos de redacción en contextos posteriores
no se logró porque no existía la necesidad ni el interés. Esto es porque los
alumnos identificaron que sus textos eran comprensibles, así como se
encontraban y porque no el producto a elaborar no era de su completo interés.
La capacidad de los estudiantes para desarrollar procesos de
interpretación del conocimiento práctico aprendido de cursos de redacción en
contextos posteriores se logró́ cuando se presentó́ el interés y necesidad por
parte del aquel. Cuando el alumno identificó que, de no redactar bien ciertos
aspectos, no se comprendería lo que deseaba enunciar, se activó, en parte, la
transferencia. A su vez, esto ocurrió cuando lo redactado era del interés de
aquel.
En los textos evaluados, la capacidad de maleabilidad de aspectos teóricos
de lenguaje por parte de los estudiantes de Metodología de la Investigación se
produce cuando el estudiante tiene interés para desarrollar un texto formal y
la necesidad de su emisión para la comprensión de la investigación que está
desarrollando. Esto se produjo, especialmente, cuando el estudiante identificó
que si no se comunicaba de forma correcta no sería entendido por su
interlocutor (en este caso, el docente del curso).
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